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PINTURAS MACY, S.A

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Inicio / Consejos

1. ¿Cómo preparo las paredes antes de pintar?

Dentro de las prácticas del buen pintado es imprescindible preparar muy bien las paredes y techos que deseemos pintar, de ello dependerá el buen resultado del producto que se aplique.

Los casos más habituales que se presentan son los siguientes:

-Polvo superficial

-Pintura envejecida en mal estado

-Desconchados, golpes, irregularidades

-Suciedad y distintos tipos de manchas (humedad, nicotina, carbonilla, sustancias de origen graso

-Problemas de moho o verdín

-Superficie brillante o satinada

- …

Cada condicionante requerirá un tipo de acción concreta, por lo que el procedimiento de actuación debería ser el siguiente:

-Para eliminar el polvo superficial puede utilizarse un trapo humedecido, un trapo seco o soplando con un secador dependiendo del tipo presente

-Si la pintura envejecida se encuentra en mal estado, podrá utilizarse un sellador especial que consolide la superficie o bien eliminarse totalmente mediante un rascado más cepillado

-Si la superficie presenta irregularidades, deberán cubrirse y nivelarse utilizando para cada caso la masilla o plaste más adecuado con la ayuda de una espátula flexible. Una vez finalizado el proceso es importante lijar superficialmente hasta que la zona reparada quede al mismo nivel que el resto del paramento

-Si la superficie presenta suciedad o distintos tipos de manchas, deberá eliminarse utilizando un detergente neutro adecuado si las manchas son tenues o bien cubriéndolas totalmente en caso de manchas de origen graso o de humedad usando una pintura cubre manchas que pueda recubrirse con la calidad / color seleccionada para el trabajo

- Si la superficie presenta manchas de moho o verdín, deberán eliminarse mediante una desinfección con lejía, agua oxigenada o bien utilizando un limpiador químico específico

- Si la superficie presenta distintos gradientes de brillo, si se aplica directamente el producto mate seleccionado, se podría presentar problemas de adherencia e incluso de incompatibilidad. Para evitar este problema, si la superficie es pequeña puede realizarse un lijado hasta matizar completamente la superficie y eliminando el polvo residual o utilizar algún tipo de imprimación que actúe como puente de adherencia.

Una vez preparada y limpia la superficie, habiendo transcurrido un tiempo prudencial para su secado completo, ya puede procederse con la aplicación del producto seleccionado.

2. ¿Qué pasos debo seguir para pintar una habitación o estancia?

El primer paso y más importante es seleccionar el tipo de acabado que se desea obtener, si sólo se trata de dar color, de cambiar el mate por brillo o viceversa, de buscar un acabado moderno de alta decoración (estuco, muros antiguos, veladuras, tierras antiguas, metalizados, etc.).

Del tipo de acabado dependerá la dificultad para la ejecución del trabajo, nuestra recomendación sería seguir con detenimiento los siguientes pasos:

1. Despejar la habitación, si no fuera posible en su totalidad, situar en el centro de la misma y cubrir con plástico

2. Desmontar enchufes, interruptores, pomos, cajas de empalme. Marcar e identificar perfectamente

3. Encintar con cinta de carrocero las marcos, rodapiés, cajas eléctricas, cableado, etc. Procurar que encaje perfectamente para evitar diferencias de acabado

4. Realizar los trabajos de limpieza y preparación del soporte necesarios en función del acabado seleccionado

5. Preparar todas las herramientas y utensilios necesarios para la aplicación de los productos (cubeta, brocha, rodillo, espátula, llana, esponja, peine, etc.). Es importante que los utensilios sean de buena calidad y de un proveedor fiable, defectos de calidad en los mismos pueden afectar el acabado de nuestro trabajo tal y como ocurre con los rodillos de mala calidad que acostumbran a dejar fibras sueltas

6. Realizar los trabajos de aplicación con una buena renovación de aire durante la aplicación y secado, así como utilizar el máximo de iluminación posible que posibilite la estancia

7. No correr, ni ir con prisas. Cada fase se la aplicación requiere la utilización del producto según las recomendaciones incluidas en sus correspondientes fichas técnicas y no pensar que si aceleramos con calor podremos repintar antes o aplicando un mayor espesor evitaremos dar una capa más

8. Si no se dispone de mucha experiencia en este tipo de menesteres, se recomienda encarecidamente preguntar al distribuidor que nos ha vendido el material o al fabricante si se trata de algún esquema de decoración avanzado. Preguntar siempre antes para no tener que repetir el trabajo con todos los inconvenientes que puede ocasionar

9. Para las aplicaciones con productos convencionales sin efectos de alta decoración, terminar peinando siempre de arriba a bajo

10. Una vez finalizado cada fase del trabajo y durante el período de secado recomendado, limpiar muy bien todas las herramientas para que puedan estar disponibles al día siguiente, cerrar perfectamente los envases y gestionar muy bien todos los residuos generados (cinta, papel, plástico, …) al correspondiente contenedor de residuos habilitado para estos menesteres. No tirar pintura al desagüe o alcantarilla

11. Limpiar las machas, gotas y salpicados que se hayan podido generar con agua jabonosa y antes que el material haya secado completamente, si así fuera, deberá eliminarse por rascado o con la ayuda de disolvente

12. No comer, fumar, no beber mientras se estén realizado los trabajos de aplicación de pintura

5. ¿Cómo puedo elegir un color o buscar un contraste cromático?

El color aunque es un antiguo tema de estudio, no deja de ser actual y se renueva constantemente según las últimas tendencias o modas.

La estética del color es fundamental, no sólo en el diseño industrial, sino desde el punto de vista artístico. El color como lenguaje de comunicación, transmitiendo sentimientos, realizando figuras, ideas, sensaciones, …

El color es una consecuencia de la descomposición de la energía del espectro de la luz blanca que alcanza un receptor (el ojo) proveniente de fuentes de luz, se pueden producir incalculables combinaciones que forman toda una amplia gama de color.

En función de cada persona, la percepción del color varía en las sensaciones que aportan a cada persona, a modo de resumen podríamos destacar alguna de las propiedades más importantes según el tipo de color que se elija:

Blanco:

Se asocia a la luz, frescura, limpieza, calma y pureza. Realza a otros colores y agranda el espacio.

Amarillo:

Se asocia a la alegría, felicidad, energía, positivismo, calor, sol, etc. Estimula la actividad mental.

Naranja:

Se asocia al entusiasmo, atracción, creatividad, estímulo, energía y felicidad, etc.

Rosa:

Se asocia al amor, amistad, calidez, calma, etc. Es un color ideal para dormitorios.

Rojo:

Se asocia a la energía, fortaleza y determinación. Es el color de la excitación, calor y pasión.

Verde:

Se asocia a la armonía, estabilidad, equilibrio, elegancia y frescura.

Púrpura:

Se asocia a la estabilidad, energía, poder, nobleza, sabiduría y creatividad. También a la magia y misterio.

Azul:

Se asocia con la calma, tranquilidad, descanso, reposo y profundidad.

Negro:

Se asocia con misterio, elegancia, formalidad, seriedad y poder. El negro como tal no es un color sino todo lo contrario, la ausencia de color.

Elegir un color o combinación de varios, dependerá de muchos factores, la estancia, la percepción del usuario final, la distribución y mobiliario, tipo de luz (solar o artificial), etc.

Para ello es importante dentro de la amplia oferta de colores que ofrecemos en Pinturas Macy, elegir el color o combinación y realizar una prueba de 1 m² para ver, una vez aplicado, la percepción que se obtiene considerando muy bien el tipo de color y su asociación con las sensaciones que transmite. 

6. ¿Cómo puedo impermeabilizar mi terraza?

Para entender mejor este concepto, hagamos un poco de historia …

Durante toda la historia de los tiempos el hombre ha tratado de protegerse contra las influencias del tiempo y los agentes externos, uno de sus logros ha sido la construcción de una casa, que a su vez ésta se tenía que proteger contra los agentes climatológicos externos, en particular sus paredes exteriores, cubiertas o techumbres contra las inclemencias del tiempo como lluvia, sol o viento.

Un sistema utilizado para transformar una cubierta en impermeable era tratar la misma con un recubrimiento asfáltico o bituminoso. Este tipo de productos ya se conocen desde hace más de 5.000 años como sistema para  construir una barrera impermeable  frente a al ataque y presencia del agua en todos sus aspectos y formas. La Biblia informa de las primeras impermeabilizaciones realizadas con betún asfáltico el Arca de Noé es un ejemplo, también sabemos que Colón utilizaba un asfalto que obtenía en la isla Trinidad antes de iniciar su viaje de regreso a España. Los fenicios en su colonización del Mar Mediterráneo calafateaban sus barcos de papiro mediante una brea bituminosa que brotaba en la zona de la antigua Fenicia hoy Líbano.

Desde siempre las humedades han sido uno de los principales responsables de los daños que afectan a los edificios, sus efectos son graves y no siempre detectables a simple vista que afectan a varios aspectos distintos del propio edificio:

- El aspecto estético

- La resistencia y durabilidad de los materiales

- La confortabilidad

- La higiene y salubridad

Las humedades más frecuentes en un edificio son:

- Humedades por capilaridad

- Humedades por condensación

- Humedades por filtración

- Humedades por agentes climáticos externos

La presencia de humedad es detectada principalmente por su aspecto antiestético, su presencia en forma de manchas en los muros interiores y fachadas, deconchamientos de pinturas y otros revestimientos, presencia de moho o verdín, de salitre, oxidación de los metales, malos olores y enmohecimientos de los géneros textiles.

Para la impermeabilización de terrazas o cubiertas transitables o no existen dos tipos de tratamientos:

 · Productos de asfálticos en forma de distintas láminas con multitud de acabados, láminas de PVC

 · Productos a base de polímeros en emulsión acuosa, que son muy impermeables al agua y transpirables al vapor acumulado en el edificio sin provocar ampollamientos ni fisuras. Una vez secos forman una lámina flexible y muy resistente que se adapta perfectamente a todos los condicionantes de la superficie.

Para poder impermeabilizar nuestra terraza, debemos considerar toda una serie de puntos que pueden incidir negativamente en la calidad y duración del tratamiento que queramos realizar.

Observar detenidamente los siguientes estados:

- Baldosas sueltas, desprendidas o deterioradas

- Estado de la tela asfáltica si está presente

- Estado de la borada de unión entre baldosas

- Estado del zócalo

- Situación de los desagües

- Estado de las juntas de dilatación

- Presencia de grietas o fisuras

- Capacidad de encharcamiento por falta de desnivel

- Presencia de moho, verdín o musgo

- Detectar zonas con acumulación de humedad

- Uso específico que se le va a dar

Antes de aplicar el impermeabilizante, realizar los trabajos de albañilería necesarios como pegar o sustituir baldosas, aplicar una nueva borada para el rejuntado de las baldosa, reponer la tela asfáltica en mal estado, reparación de grietas y adecuación de los desagües.

El primer paso es limpiar todo tipo de suciedad o contaminante mediante agua a presión. Si el soporte presenta impermeabilizaciones envejecidas en mal estado, éstas deberán eliminarse mediante procedimientos mecánicos o manuales. Si el soporte presenta contaminación biológica por moho o verdín, se eliminará mediante el uso de un fungicida o hipoclorito sódico (lejía), si el contaminante es salitre o eflorescencias incrustadas se utilizará ácido clorhídrico (salfumán) diluido un 20% en agua aclarando con agua limpia muy bien después de su utilización. Es importante una vez realizados los trabajos de limpieza, dejar secar el tipo necesario hasta que, tanto la humedad interna como externa, se haya evaporado completamente.

El segundo paso es seleccionar la imprimación o sellador adecuado según el estado de la terraza o tipo de soporte que presente (baldosa, rasilla, hormigón, hormigón prefabricado, fibrocemento, tela asfáltica con troquel de aluminio, losa de piedra, gres no vidriado, etc.).

 

Se pueden utilizar distintos tipos de fondos o imprimaciones: antihumedad, antisales, consolidantes, selladoras, etc. El objetivo de la imprimación es favorecer la adherencia del impermeabilizante y regular / adecuar las características del mismo. El producto debe aplicarse en toda la superficie horizontal, zócalo y remontar por el muro o pared hasta una altura de 15 – 20 cm. Se recomienda antes de adquirir el producto, consultar para elegir el más adecuado según el estado de la terraza que queremos impermeabilizar.

El tercer paso es sellar las juntas de dilatación, fisuras, unión entre el zócalo y la terraza, exteriores de sumideros y otras zonas irregulares con masilla elástica de poliuretano o un mastic preparado con 1 kilo de producto impermeabilizante por 3 kilos de arena fina. El objetivo es conseguir una superficie lo más planimétrica posible.

La elección del impermeabilizante es un punto fundamental y tendrá que seleccionarse el producto que mejor se adapte a nuestra problemática y necesidades.

El cuarto paso es, una vez seleccionado el impermeabilizante a aplicar, es aplicar 3 capas del producto recortando en cada capa las juntas, puntos de unión, exteriores de sumideros, rincones, soportes con antenas o parabólicas etc. antes de aplicar la capa general. La aplicación se realizará a rodillo, en capas cruzadas y preferiblemente en colores distintos.

7. ¿Por qué se ensucia una fachada recién pintada al llover?

En revestimientos de fachadas ya sean lisos, rugosos o elásticos en determinadas circunstancias se producen unas marcas en forma de chorreones siguiendo el paso del agua después de la lluvia que en algunas ocasiones guardan cierta pegajosidad.

Las causas más habituales del ensuciamiento en una fachada son:

- Ensuciamiento por pegajosidad residual

- Ensuciamiento por surfactant leaching” (babas de caracol)

- Ensuciamiento por falta de vierte aguas”

El ensuciamiento por pegajosidad residual se presenta principalmente en los revestimientos elásticos para fachadas. Esta familia de productos es ampliamente utilizada en rehabilitación de edificios y su principal misión es impermeabilizar la fachada y puentear fisuras o micro-fisuras de hasta 1 mm que pueda presentar el soporte.

La pegajosidad residual puede ser debida a un defecto por secado insuficiente, defecto por aplicación a una temperatura ambiente y de soporte por debajo de la temperatura mínima de formación de película o migración brusca del plastificante por aplicación a temperaturas ambiente y de soporte elevadas.

El ensuciamiento por surfactant leaching” (baba de caracol) se produce por una concentración superficial de ingredientes solubles en agua utilizados como aditivos en la fabricación del revestimiento, se disuelven y son arrastrados por el agua de lluvia o de condensación. El problema puede presentar un aspecto translúcido, a veces pegajoso y en algunas ocasiones retiene la suciedad ambiente. El problema es estético (no afecta a las propiedades del producto) y puede acentuarse en función del color seleccionado.

El surfactant leaching” puede ser debido a alguna de estas causas:

-Aplicación del producto a bajas temperaturas (0 a 5º C)

-Humedades relativas superiores al 85%

-Zonas proclives a formación de niebla o rocío. Aplicación a última hora de la tarde o con previsión de lluvia antes del secado completo del producto

-Exceso de colorante utilizado para la reproducción del color o defecto en la calidad del mismo

-Fachadas lavadas con agua a presión que guardan un nivel alto de humedad. Al aplicar el producto, la humedad migra a través de la película arrastrando los componentes solubles hacia su parte exterior

-Rápida aplicación entre capas, aplicar la segunda capa cuando la primera no ha secado completamente

-Aplicar capas muy gruesas ocasiona un secado incompleto en la capas inferiores

-Aplicación sobre soporte muy caliente, con temperatura ambiente muy elevada o con fuerte viento lateral

Los agentes atmosféricos en general, provocan una formación de película insuficiente, el agua disuelve el material soluble y lo va depositando en superficie. Cuando llueve o se condensa humedad, el agua provoca una redisolución del material soluble que queda visto en superficie según su propio camino.

La naturaleza del elemento soluble marca el aspecto de la baba de caracol que puede ser brillante, translúcido, pegajoso, etc. Si está pegajoso, se acentúa el problema estético mediante la retención de suciedad.

El ensuciamiento por falta de vierte aguas” es característico de algunas construcciones mediterráneas como se pueden ver en la Costa Brava, Costa del Sol o Islas Baleares, que presentan la terminación superior del edificio en forma redondeada.

El problema consiste en que la suciedad acumulada en el tejado es arrastrada por la lluvia, condensación de humedad por rocío o humedad relativa ambiente, dejando la fachada sucia por la acumulación de suciedad transportada una vez evaporada el agua.

Las recomendaciones generales para la solución del problema consisten según el tipo de contaminante o suciedad depositados en la fachada, en un lavado con agua a presión, vapor de agua a 120º C o el repintado de la fachada en el peor de los casos.  

8. ¿Qué pasos debo seguir para pintar la fachada de mi casa?

La protección y decoración de una fachada o paramento exterior requiere el conocimiento general de la problemática que se puede presentar, conocer los distintos tipos de preparación / reparación de la superficie y la selección de un producto acorde con las necesidades particulares.

 

Para poder diagnosticar una patología, primero hay que saber el origen de la misma, para encontrar la solución óptima y evitar futuras e innecesarias obras o intervenciones. La problemática consiste en todos y cada uno de los defectos observados, siendo la antesala para la existencia de una patología y el punto de partida de un diagnóstico. Las patologías más habituales son:

-Contaminación superficial por suciedad, mugre

-Contaminación superficial por microorganismos (moho, verdín)

-Grietas, fisuras y micro fisuras

-Eflorescencias, salitre y sales solubles

-Pérdida de consistencia superficial

-Deterioro por carbonatación

La contaminación superficial por suciedad o mugre consiste en la acumulación de partículas de polvo, suciedad, etc. mezcladas con otros contaminantes de naturaleza orgánica que se depositan sobre la superficie en forma de manchas incrustadas.

Como norma general, en todas las fachadas, ya sean nuevas o pintadas, tiene que realizarse una preparación de superficies para eliminar completamente cualquier tipo de suciedad o contaminantes presentes.

La contaminación superficial por microorganismos (moho, verdín), según la localización y las condiciones climatológicas de exposición, pueden originarse manchas negras, grises o marrones por crecimiento de mohos en la superficie o manchas verdes, amarillentas u ocres por la presencia de líquenes, musgos o algas.

La presencia de microorganismos indica un elevado índice de humedad en la superficie, que puede tener su origen en causas ambientales (lluvia, condensación, rocío, humedad relativa), superficie exterior con una alta capacidad de absorción, remonte por capilaridad o por rotura del puente térmico en los puntos singulares.

Antes de realizar ningún tipo de tratamiento, deben determinarse las causas y origen de la presencia elevada de humedad y, si es factible, realizar las acciones correctoras para eliminarla o reducir su presencia al máximo.

Las fisuras y microfisuras son todas aquellas aberturas presentes en la superficie externa del soporte. Las grietas son todas aquellas aberturas incontroladas de un elemento superficial que afectan a todo su espesor del soporte. Este problema debe solucionarse inmediatamente para prevenir daños irreversibles o con un coste de reparación muy elevado.

La presencia de grietas, fisuras y micro fisuras en el soporte, normalmente son debidas a defectos de construcción, movimientos del terreno o asentamiento del edificio, agentes atmosféricos extremos como hielo-deshielo, presencia de abundantes sales solubles o deterioro prematuro de alguno de los materiales de base.  Antes de reparar cualquier grieta, debe considerarse la superficie sobre la que se han producido, la profundidad de la misma y su localización en la fachada o paramento.

Las eflorescencias, salitre o sales solubles, son manchas de color blanquecino que se depositan sobre la superficie del revestimiento, hormigón o ladrillo. Están formadas por pequeños cristales de sales solubles que estando presentes en el interior del material se disuelven y son arrastradas a través de los poros o grietas hasta la superficie en donde al evaporarse el agua cristalizan.

La pérdida de la consistencia superficial consiste en la separación incontrolada de un revestimiento o pintura de acabado del soporte sobre el que esta aplicado. La separación se puede manifestar como grietas, desconchados o bolsas.

Los soportes se van degradando con el tiempo debido tanto a la acción de agentes externos, como contaminantes industriales, climatología o alcalinidad del soporte. Los factores que más inciden en la pérdida de resistencias son:

Alcalinidad: Debido a la misma naturaleza del soporte, por la presencia de humedad, se cristalizan en forma sales insolubles que poco a poco afectan a la estructura interna del paramento o muro provocando por presión higroscópica un aumento de volumen, tensiones internas y expansiones.

Humedad: La filtración de la humedad hacia el interior a través de juntas o llagas mal cerradas, deterioradas o desgastadas y por goteras en cubierta o en muros. La exposición continuada a la humedad y agua en sus distintos estados del revestimiento aplicado, contribuye a la pérdida de las resistencias generales, especialmente si la preparación de superficies no ha sido bien realizada.

La carbonatación es el proceso físico-químico que se produce avanzando desde el exterior por el cual el hormigón estructural pierde la alcalinidad natural que mantiene protegida la armadura. Durante el proceso de hidratación del cemento por reacción con el agua de amasado, se forman entre otros componentes, cantidades importantes de hidróxido cálcico, que otorga al hormigón un carácter eminentemente alcalino (básico) y gracias a esta naturaleza alcalina inhibe de la oxidación-corrosión a la armadura de acero.

Con el paso del tiempo, el dióxido de carbono presente en la atmósfera, se difunde combinado con el agua en forma de ácido carbónico a través de los poros del hormigón y reacciona con los compuestos químicos presentes como el hidróxido cálcico, llegando a formar por neutralización carbonatos cálcicos.

La transformación progresiva de los hidróxidos cálcicos en carbonatos cálcicos provoca el descenso del carácter básico del hormigón. La corrosión se produce a lo largo de toda la superficie de la armadura y esto implica el consiguiente aumento de volumen del acero y, posteriormente, la aparición de grietas en el elemento constructivo. Para detectar dicha patología será necesario buscar manchas de óxido y grietas longitudinales que sigan la dirección probable de la armadura.

Los soportes inorgánicos más habituales presentes en una fachada o paramento exterior son: hormigón, mortero, fibrocemento, bloques prefabricados, ladrillos cara vista, piedra natural y superficies porosas en general.

El soporte debe estar firme, compacto, limpio y exento de polvo, suciedad, lechadas de fraguado, partículas sueltas, trazas de desenconfrantes y restos de otros oficios.

La preparación del soporte puede realizarse mediante procedimientos mecánicos (agua alta presión, chorro de arena, chorro de agua + abrasivo, martillo neumático de agujas, vapor de agua a 120º C) o manuales (cepillo de púas de acero o cerda dura).

Una vez finalizado el proceso de limpieza y preparación de superficies, se recomienda realizar unos controles y medidas adicionales de obra que aseguraran el éxito final del esquema de pintado a aplicar.

-  Pasar la mano o un textil sintético de color oscuro para comprobar la presencia de polvo u otras partículas disgregables.

-  Golpear la superficie con un martillo para detectar la presencia de zonas huecas.

-  Con un objeto punzante determinar la cohesión del hormigón y posibles zonas faltas de consistencia deterioradas por agresiones químicas o mecánicas externas.

-  Mojar con agua a superficie a tratar para detectar la presencia de desencofrantes, siliconas, estearatos u otros productos de naturaleza grasa o hidrófuga que pueden ocasionar problemas por efecto de repulsión.

Una vez determinada la patología y realizadas las acciones correctora para su adecuación, se recomienda seguir con detalle los siguientes pasos:

El primer paso consiste en seleccionar el sellador o imprimación más adecuada según la naturaleza, problemática o tipo de soporte presente. Las diluciones se ajustarán al tipo de soporte y condiciones de aplicación.

El segundo paso es determinar los pasos a seguir según la naturaleza o estado de la superficie a tratar.

En superficies nuevas en buen estado, limpiar la superficie, dejar secar y proceder con la aplicación del esquema de pintado seleccionado.

En superficies envejecidas, si la pintura se encuentra en mal estado, debe eliminarse completamente mediante procedimientos mecánicos o manuales. Nivelar desperfectos e irregularidades con un plaste de cemento para exteriores. Dejar secar y eliminar rebabas mediante lijado.  Si la superficie está muy contaminada de moho o verdín, limpiar con un líquido fungicida o hipoclorito sódico (lejía) para destruir los microorganismos, dejar secar 30 minutos y limpiar con un cepillo de cerda dura o esponja.  Si la superficie es polvorienta pero consistente, sellar con un sellador consolidante ajustando su dilución según absorción o estado del soporte.

En superficies pintadas con el revestimiento en buen estado, proceder como en el caso de superficies nuevas.

El tercer paso es, una vez seleccionada la imprimación y el tipo de revestimiento seleccionado según el tipo de trabajo a realizar y las necesidades, es aplicar 3 capas (1 de imprimación más 2 de acabado).  La aplicación se realizará a rodillo, en capas cruzadas y preferiblemente en colores distintos.

 
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