Las grietas en el techo son bastante habituales en los hogares. Por este motivo, en ocasiones, no se les presta la atención que requieren. Sin embargo, es importante vigilarlas porque podrían estar alertándonos de daños estructurales serios. 

Es importante diferenciar entre una fisura y una grieta. Hablamos de fisuras cuando no superan los 0,5 milímetros de grosor y de grietas cuando sí que lo hacen. En este último caso es importante que las revise un especialista porque podrían deberse a un daño estructural.

Las grietas pueden encontrarse en la pintura, en la mampostería, en el techo o en la estructura. En el primero de los casos, son las más superficiales y son simplemente estéticas. Ya en el segundo y tercer caso, son grietas más preocupantes.

Cómo reparar fisuras y grietas en el techo, paso a paso

1. Abrir en forma de V la fisura con la ayuda de una espátula o de un cincel.

2. Sellar el interior de la grieta con el Sellador Antihumedad-Antisales o con Barniz Anclaje.

3. Rellenar la cavidad con Fibraplast, una masilla al uso, reforzada con fibra de vidrio y que es elástica lo que amortigua las tensiones entre ambas partes de la fisura. Con ayuda de una espátula presiona hacia el interior asegurando que se rellena todo el interior.

4. Dejar secar por completo y lijar para igualar la superficie.

5. En el caso de fisuras con una distancia entre labios mayor a 0,2 milímetros se recomienda colocar una venda de fibra de vidrio que dotará a la reparación de mayor resistencia y elasticidad. Para ello, se colocará la venda y se aplicará sobre ella la masilla. La venda también es recomendada en las grietas que aparecen en las uniones de las placas de escayola o pladur.

6. Por último, pintar la superficie para dejar acabado el trabajo.