Las paredes pintadas hasta la mitad aportan un toque de estilo y originalidad a las estancias. Además, permiten cambiar la sensación de altura de los techos, adaptándose al espacio. Por ejemplo, si pintas con esta técnica un pasillo en algún color clarito y lo combinas con blanco, ganarás luminosidad. En el caso de que tengas una casa con techos altos, si la pared la pintas por encima de la mitad, conseguirás bajarlos.

Pintar las paredes hasta la mitad es perfecto para la decoración de las habitaciones infantiles y juveniles. Sobre todo, si eliges zonas de mucho roce. Si encima tienes niños pequeños, te recomendamos esta técnica en zonas de mucho paso, ya que, como sabrás, los niños tienden a caminar apoyando las manos en las paredes.

Si te gusta el acabado que proporcionan las paredes ‘half painted’ no descartes aplicarlo en tu hogar por el hecho de tener una puerta o un marco de por medio. Píntalo todo, el resultado te sorprenderá.

Half painted para todo

Esta tendencia decorativa no se reserva de forma exclusiva para las paredes, sino que puedes aplicarla a todo tipo de objetos, como sillas, taburetes, aparadores... En este caso, te aconsejamos que pintes las patas. Además, puedes aprovecharla para dar una nueva vida a muebles que ya no te gustan, a objetos ‘aburridos’ o incluso a cuadros.

A la hora de elegir los colores con los que pintar las paredes, tienes dos opciones. Elegir colores que contrasten mucho para crear espacios atrevidos y originales o el mismo color en distinto tono para dotar a la estancia de equilibrio.

Echa un vistazo a las fotos que hemos seleccionado para ti e inspírate.

Fotos: Pinterest